Boca Juniors y River Plate tendrán rivales brasileños, Inter de Porto Alegre y Athletico Paranaense, en los octavos de final de la Copa Libertadores 2020 y sólo podrán cruzarse en la final del torneo, prevista en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Racing Club enfrentará al vigente campeón, Flamengo de Brasil, y de pasar se medirá con el ganador del cruce entre Boca y el Inter del argentino Eduardo Coudet, último entrenador que lo consagró campeón.
El sorteo de la fase final de la Libertadores 2020, realizado este mediodía en la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), deparó los siguientes emparejamientos: Guaraní (Paraguay)-Gremio (Brasil); Liga de Quito (Ecuador)-Santos (Brasil); Racing Club-Flamengo (Brasil) e Internacional (Brasil)-Boca Juniors. Del otro lado del cuadro, Independiente del Valle (Ecuador)-Nacional (Uruguay);Athletico Paranaense-River Plate; Delfín (Ecuador)-Palmeiras (Brasil) y Libertad (Paraguay)-Jorge Wilstermann (Bolivia).
Los partidos de ida de octavos se jugarán entre el 24, 25 y 26 de noviembre y las revanchas están previstas para el 1, 2 y 3 de diciembre.
El azar no le jugó una buena pasada a Boca, que persigue el deseo de levantar la séptima Libertadores de la mano de Miguel Ángel Russo, DT campeón de la sexta hace 13 años.
El “Xeneize” quedó emparejado con uno de los dos brasileños del copón 2, que agrupaba a todos los clasificados como segundos de la fase de grupos. Inter, ganador del máximo trofeo sudamericano en 2006 y 2010, será primero local en el estadio Beira Río de Porto Alegre y después viajará a La Bombonera para disputar la revancha.
En su plantel, dirigido por Coudet, hay seis jugadores argentinos: Víctor Cuesta, Renzo Saravia, Damián Musto, Andrés D’Alessandro, Leandro Fernández y el juvenil Maximiliano Zalazar.
El equipo “gaúcho” sumó ocho puntos en el Grupo E (2-2-2) y quedó como escolta de su rival histórico Gremio, un duro adversario al que Boca podría enfrentar en una hipotética semifinal.
Pero antes, de superar al conjunto del “Chacho”, Boca debería verse las caras con Racing o Flamengo, defensor del título.
El sorteo fue mucho menos benévolo aún con “La Academia”, que terminó mezclado entre los segundos por no haberle podido marcar un gol más a Estudiantes de Mérida, Venezuela, en la última fecha.
Racing, que busca la segunda Libertadores a 53 años de su única conquista, comenzará los octavos de final como local en el Cilindro de Avellaneda y una semana después se presentará en el Maracaná en busca de la clasificación.
River, a priori, resultó el mejor parado tras la ceremonia de bolillas en Luque, Paraguay, pese a que tendrá como rival a otro brasileño como Paranaense, capitaneado por Lucho González
El “Millonario” le ganó a Paranaense la Recopa Sudamericana del año pasado, después de perder 0-1 en Curitiba y golear 3-0 en el Monumental, orden de sedes que se repetirá para esta serie de octavos.
El otro antecedente eliminatorio entre ellos data de 2006, en los octavos de la Sudamericana, y fue favorable para los brasileños con un marcador global de 3-2. El técnico de River era Daniel Passarella y Marcelo Gallardo, capitán del equipo.
En cuartos de final, River asumiría un cruce de mediana complejidad ante Independiente del Valle de Ecuador, vigente campeón de la Sudamericana y local en la altura de Quito, o Nacional de Uruguay, un histórico tres veces campeón continental (1971, 1980 y 1988) que se adjudicó por diferencia de un gol el grupo de Racing.
En una hipotética semifinal, River se enfrentaría con Libertad, Jorge Wilstermann, Delfín o Palmeiras de Brasil, el único con el que definiría de visitante en San Pablo.
La final de la Libertadores 2020, programada en el Maracaná en enero del año próximo, se reserva el morbo de un nuevo superclásico en otro escenario mítico, tal como sucedió en 2018 cuando River se consagró campeón en el estadio Santiago Bernabéu de Real Madrid.