El gobierno de Estados Unidos informó este jueves que suspendió la prohibición de TikTok en su territorio tras una sentencia judicial favorable a la red social china.
La exitosa aplicación de videos cortos fue prohibida por temores en el gobierno estadounidense de que represente una amenaza para la seguridad nacional, pero el Departamento de Comercio dijo que aplazará esta medida en acatamiento a una orden emitida por un juez federal el 30 de octubre.
“El departamento está cumpliendo con los términos de esa orden”, informó en un comunicado, y agregó que la prohibición “ha sido impuesta y no entrará en vigencia a la espera de nuevas decisiones legales”, según reportó la agencia de noticias AFP.
Trump acusó sin pruebas a la aplicación de espiar a sus usuarios en favor de Beijing y dijo que para funcionar en su territorio TikTok debe convertirse en una empresa estadounidense controlada por inversores estadounidenses, pero hasta ahora no se ha logrado ningún acuerdo.
Tras un recurso presentado por los “creadores” de TikTok, un tribunal federal en Pensilvania bloqueó la orden de prohibición el 30 de octubre.
Sigue pendiente en otro tribunal de Washington un caso separado, presentado por la propia red social TikTok, , el cual impidió el mes pasado que el gobierno estadounidense aplicara la prohibición de nuevas descargas de la aplicación.
La empresa matriz de TikTok, la china ByteDance, tenía hasta este jueves plazo para reestructurar la propiedad de la aplicación en Estados Unidos, pero presentó una petición ante un tribunal de Washington esta semana pidiendo un nuevo plazo.
La compañía dijo el martes en un comunicado que había pedido al gobierno una prórroga de 30 días, debido a “las continuas nuevas solicitudes y a la falta de claridad sobre si las soluciones propuestas serían aceptadas”, pero no fue concedida.
ByteDance y TikTok han propuesto crear una nueva empresa con la firma Oracle como socio tecnológico y el gigante minorista Walmart como socio comercial.
Pero este tipo de decisiones probablemente necesitaría la aprobación de Beijing, que se ha resistido a renunciar a su estrella de las redes sociales.