En el marco de la disposición nacional de distanciamiento social preventivo y obligatorio por Covid-19 y las progresivas habilitaciones de actividades, el Ministerio de Salud provincial brinda nuevas recomendaciones para adaptarse a la nueva realidad y generar espacios más seguros.
Con las nuevas aperturas, organismos públicos y privados dedicados a la salud consideran el rol fundamental de cada persona para la prevención y el cuidado ante la circulación del coronavirus.
Nuevos hábitos de cuidado
A las medidas de prevención ya difundidas desde el inicio de la contingencia sanitaria, se suma la concientización sobre los aerosoles generados al respirar, hablar, gritar, toser o cantar, la importancia de la ventilación de ambientes en los que circule aire continuamente, y la propuesta de que la comunidad utilice las denominadas burbujas de encuentro entre las mismas dos o tres personas.
En cuanto a los aerosoles, se trata de las partículas que se suspenden en el aire –generalmente las gotas más pequeñas- cuando las personas respiran, hablan, gritan, tosen o cantan y, al dispersarse en el espacio, forman un aerosol que se considera infeccioso al ser inhalado.
De esta manera, en una habitación cerrada, aunque dos o más personas se encuentren distanciadas, la concentración de aire exhalado se va acumulando y pueden terminar inhalando el virus.
En este sentido, la recomendación es mantener la ventilación de los ambientes, en los que circule aire continuamente, y en lo posible, optar por actividades al aire libre.
Se agrega a este concepto la propuesta de crear burbujas, que, si bien puede funcionar para grupos de todas las edades, se puede aplicar principalmente en grupos de niños, niñas y adolescentes.
Se trata de una opción que permite que el vínculo con sus pares sea siempre con las mismas personas -en lo posible hasta dos- y que se realice una o dos veces por semana.
Vale aclarar que es importante que los vínculos sean entre personas con conocimiento y automanejo de situaciones de exposición al riesgo de contagio.
En esta línea, los equipos de especialistas recomiendan también realizar de manera separada los encuentros, es decir, con más periodicidad pero entre menos personas.
Medidas de prevención y reducción del riesgo
La propuesta busca que las medidas preventivas sean interpretadas como hábitos a adquirir, que puedan traducirse en actos solidarios, de amor y cuidado.
Se trata de contar con el compromiso social y ciudadano de convivir en la nueva realidad.
Las acciones tienen que ver con:
Uso adecuado del barbijo: debe cubrir desde la nariz al mentón, ajustando el puente nasal y los costados de la cara; debe estar asegurado con lazos o elásticos para las orejas, incluir múltiples capas de tela -al menos 2-, que permita la respiración sin restricciones.
Al respecto, se recomienda utilizar un material más absorbente (por ejemplo, algodón) más cerca de la boca, lo que hará que, si se tose, las gotas de saliva se queden allí. Por fuera debería ir el material que más repele el agua, como el poliéster, mientras que como filtro (al medio) se podría utilizar el polipropileno -utilizado en las mascarillas quirúrgicas-.
Lavado frecuente de manos: debe realizarse con agua y jabón o alcohol –hidroalcohólico o en gel-, principalmente cada vez que se tuvo contacto con cualquier tipo de objetos y personas.
Limpiar y desinfectar frecuentemente las superficies: en particular las que se tocan con regularidad como picaportes, canillas, mesas, mesadas, sillas, mostradores y pantallas de teléfonos.
Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca: tener en cuenta que las manos tocan muchas superficies que podrían contagiar el virus; una vez contaminadas, pueden transportarlo a los ojos, nariz o boca, ingresando así al organismo.
Priorizar actividades al aire libre con distancia de dos metros entre personas: en caso de realizar algún encuentro, elegir espacios abiertos como plazas, parques, patios, galerías y locales gastronómicos con este tipo de espacios.
Relacionarse de manera segura mediante el uso de diferentes tipos de tecnología: es una alternativa que evita el contacto personal al relacionarse mediante diferentes dispositivos y plataformas.
Prestar especial cuidado a las personas adultas mayores y a quienes pertenecen a grupos de riesgo: estos grupos son quienes más necesitan que la comunidad refuerce las medidas de prevención al realizar labores y entrar en cualquier tipo de contacto.
Utilizar medios de traslado seguros y, en lo posible, evitar el uso de aquellos que aglomeren personas: adquirir hábitos de movilizarse de a pie, bicicleta, moto y vehículos o medios individuales que solo son utilizados por la misma persona.
En caso de utilizar transporte público, incrementar las medidas de cuidado y si es factible, elegir los horarios con menos concurrencia de personas.
Al momento de comer, mantener distancias físicas: está comprobado que en estas ocasiones es cuando más suceden los contagios, por lo que es clave evitar sentarse a comer todas las personas del círculo familiar o laboral al mismo momento y, en caso de hacerlo, aprovechar los espacios para distanciarse y evitar conversar.
En caso de comer en grupos, elegir alimentos que no requieran sentarse en la misma mesa ni utilizar cubiertos.
En cuanto a quienes deban realizar el aislamiento preventivo –contactos estrechos, personas con síntomas, o quienes cursan la enfermedad-, es parte de su compromiso realizarlo de manera adecuada.
Se recuerda que se debe permanecer en el domicilio, sin salir a trabajar o realizar compras, tampoco hacer o recibir visitas; mantener el aislamiento del resto de las personas convivientes y en lo posible no compartir dormitorio, elementos de higiene, ni utensilios.