El presidente de Estados Unidos propuso un encuentro regional en la Casa Blanca, un día después de que el mandatario se jactara de haber sido el responsable de que las naciones árabes rompieran relaciones con el emirato.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso una reunión regional en la Casa Blanca para resolver la crisis diplomática entre Qatar y varios países de Medio Oriente, un día después de que el mandatario se jactara de haber sido el responsable de que las naciones árabes rompieran relaciones con el emirato.
La propuesta de Trump llega después de que nuevos países se sumaran al boicot iniciado el lunes contra Qatar, país al que acusan de financiar a los grupos islamistas radicales en la región, y en medio de una gira del emir de Kuwait, jeque Sabah Ahmed al Sabah, para mediar entre los vecinos árabes.
El mandatario kuwaití se ofreció a mediar para recomponer los lazos luego de que Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Bahrein anunciaran el lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con Qatar.
Posteriormente, se sumaron a la retirada de embajadores los gobiernos apoyados por Arabia Saudita en los conflictos de Yemen y Libia, Maldivas, Mauritania y, además, Jordania anunció que reducirá su representación diplomática en Doha.
Kuwait ya medió en la crisis entre Qatar y sus tres vecinos del Golfo, que retiraron a sus embajadores en el emirato durante unos meses en 2014.
En tanto, la Casa Blanca informó en un comunicado que el presidente Trump habló con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, y se “ofreció para ayudar a las partes a resolver sus diferencias, incluido mediante una reunión en la Casa Blanca si es necesario”.
“El presidente reiteró que un Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) unido y una alianza fuerte entre Estados Unidos y ese consejo son cruciales para derrotar al terrorismo y promover la estabilidad regional”, indica el comunicado.
La Casa Blanca no precisó si la reunión propuesta por Trump incluiría solo a los países miembros del CCG, que está compuesto por Kuwait, Qatar, Omán, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, o también a otras naciones que se han sumado al boicot diplomático a ese emirato.
La ruptura se sustenta en la acusación al gobierno qatarí de financiar a organizaciones consideradas extremistas, como el Estado Islámico, Al Qaeda y los Hermanos Musulmanes, algo que Qatar ha tachado de “calumnias”.
La llamada de Trump al emir qatarí llega un día después de que el mandatario estadounidense hablara por teléfono con el rey Salman y le expresara la importancia de la unidad en el Golfo Pérsico contra el terrorismo.
Trump se pronunció este martes sobre la crisis en Qatar desde su cuenta de Twitter, y defendió que la “línea dura” de varios países con ese emirato es en parte fruto de su propia presión, dado que durante su visita en mayo a Arabia Saudita declaró “que ya no puede haber ninguna financiación a la ideología radical”.
Sin embargo, el Departamento de Estado intentó más tarde restar importancia al tuit de Trump al asegurar que la relación con Qatar es “sólida” y que Washington “sigue cooperando” con ese país, en el que Estados Unidos tiene su mayor base aérea en la región.
En medio del boicot, el parlamento turco dio hoy luz verde al envío de soldados a Qatar, para respaldar al emirato frente al aislamiento impuesto por sus vecinos, informó la agencia de noticias EFE.
La Asamblea General aprobó dos acuerdos con Qatar por los que las Fuerzas Armadas turcas enviarán a un contingente militar a la base que han comenzado ya a instalar y la gendarmería turca brindará formación y entrenamiento a las fuerzas de seguridad qataríes.
Los dos pactos, firmados en abril del año pasado, pero pendientes de ratificación en el Parlamento turco, figuraban desde hace meses en la agenda de los diputados, pero su debate se adelantó y se debatió hoy con prioridad.
Qatar, rico en reservas de gas, depende fuertemente de las importaciones provenientes de la única frontera terrestre que limita con Arabia Saudita.
Dicha frontera, así como los espacios áereos y marítimos han sido bloqueados en virtud de la ruptura de las relaciones diplomáticas.
La chispa que encendió el conflicto fueron las supuestas declaraciones del emir qatarí tras la cumbre del CCG del mes pasado, en las que criticó a Estados Unidos y defendió el diálogo con Irán y con el movimiento de resistencia palestino Hamas.
El gobierno explicó que esas declaraciones, emitidas por la agencia oficial qatari, no pertenecían al emir y aseguró que desconocidos hackearon el servicio de noticias.