El hecho ocurrió en Kabul, en cercanías al Palacio Presidencial. Se trata de una zona definida como de alta seguridad.
En hora pico de movimiento y en un espacio plagado de oficinas, a primera hora de la mañana en Kabul estalló un coche bomba. Las consecuencias, que aún se analizan, son al menos ochenta muertos y más de trescientos heridos.
Sin que se conozcan precisiones respecto a autores intelectuales, se supo que un auto pequeño, ploteado para realizar tareas de alcantarillado, fue el vehículo utilizado para hacer estallar una gran cantidad de explosivos en la capital afgana.
El lugar escogido fue una zona cercana al Palacio Presidencial, donde funcionan una buena cantidad de oficinas públicas y se encuentran varias embajadas.
Durante mayo, el mes sagrado del Ramadán, ya se había producido otro ataque en la principal ciudad del país asiático, y los dos últimos fueron reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico.
