El Encuentro Musical por la Memoria organizado por el Gobierno de la Provincia cubrió de armonía y sentido la conmemoración del golpe de marzo del ´76. A 41 años de la dictadura cívico militar que asoló al país, casi 10 mil personas de todas las edades, pero con fuerte presencia joven, se dieron cita en el Parque Las Tejas.
Con una noche de temperatura ideal sobre la ciudad de Córdoba tuvo lugar este jueves el Encuentro Musical por la Memoria, festival organizado por el Gobierno de la Provincia en vísperas de un nuevo aniversario del golpe cívico-militar que desde el 24 de marzo de 1976 sembró el terror estatal, marcando a fuego la historia nacional.
La propuesta, llevada a cabo desde la Agencia Córdoba Cultura, convocó a artistas emergentes y a otros ampliamente consagrados, quienes concitaron la atención de casi 10 mil personas, mayormente joven, de cara al Pabellón Argentina.
Así desfilaron por el escenario el Dúo Coplanacu, uno de cuyos integrantes, Julio Paz, consideró: “A pesar del tiempo que llevamos conmemorando y reflexionando, siempre hay una vueltita de rosca para darle al tema. Durante el último año hemos escuchado muchas voces reivindicando la dictadura. Y creo que desde el sentido común, nadie reivindicaría jamás un genocidio. No se trata de si son 5 mil, 30 mil o 100 mil: ha sido una atrocidad”.
Paz dijo también que “juntarnos a contribuir entre todos a que siga encendida la llama de la memoria, de la justicia, de la verdad, está bueno que pase, porque eso nos cura como sociedad”.
Por su parte, Peteco Carabajal señaló que “los valores de la democracia se han ido acentuando con el tiempo, y hoy en día se podría decir que es una conciencia bien ganada de todos nosotros”. El talentoso y reconocido compositor e intérprete santiagueño dijo también que la música, el arte, siempre tendrán cosas para informar acerca de una experiencia tan traumática para un país, “porque mientras haya alguien que necesite y que sufra, el canto popular, las palabras, la música, siempre estarán presentes, ya que de eso se alimentan”.
Desde el otro extremo de las generaciones y la trayectoria artística, Guillermina Boggiato, del grupo Ninfas, consideró “increíble” al festival, dijo que “desde temprano ya había un montón de gente” y que “está bueno que la respuesta sea masiva”. Al mismo tiempo, Guillermina rescató la posibilidad de “seguir conmemorando estas fechas como generadoras de identidad y de conciencia”. Una de sus compañeras, Sofía Pera Lallana, indicó que “hay muchos jóvenes comprometidos con la historia argentina y con lo que está sucediendo en este momento. Y eso nos llena de orgullo y felicidad porque nosotras, desde nuestro lugar, hacemos lo que podemos y tratamos de estar siempre presentes”.
Para la presidenta de la Agencia Córdoba Cultura, Graciela Ayame, “a pesar de que ha habido grandes resistencias y toda una generación que nos falta, con algunas gruesas ausencias que se notan, las madres, los pañuelos blancos, hicieron que esa presencia esté. Nuestros jóvenes que nacieron en democracia han logrado una conciencia a través de esas voces que nunca callaron. Se puede ver en cada marcha del 24, en cada festival, que cada vez somos más”.
“Es un deber de historia, de ciudadanía, tener esta memoria. Memoria que nos indica que el único modo para el nunca más, es defender la democracia, aun cuando el que gobierna no sea de nuestro agrado”, agregó Ayame.
La noche contó también con las presentaciones del jujeño Bruno Arias, La Pata de la Tuerta y los bonaerenses de Kapanga, quienes cerraron el festival.
Fuente: Gobierno de Córdoba